Pregunta: ¿Por qué hace 30 años los jóvenes vivían en una España de propietarios y hoy en día viven en una España de alquilados o ni eso?
Respuesta: Hace un poquito más de 20 años, en 2002, el 65% de las personas entre 23 y 28 años eran dueños de su casa. Hoy es menos de 40 puntos. En 2011 casi el 70% de los menores de 35 años eran propietarios y ahora es el 31%. Esto demuestra que la narrativa del progreso ilimitado es una falacia. Seguimos viviendo con menos que nuestros padres. Y si todavía hay muchas personas viviendo en propiedad es porque la población está muy envejecida. Si se mira solo a los menores de 45 años, ya hay más personas en alquiler que la media europea.
Pregunta: ¿Qué consecuencias tiene este cambio estructural en la propiedad de la vivienda?
Respuesta: La propiedad o no de una vivienda se está convirtiendo en uno de los principales ejes de desigualdad. Se destruyen proyectos vitales, se dificultan decisiones como tener hijos y se extiende una vida de precariedad. Dentro de 20 o 30 años, no habrá abuelos ni padres que sean propietarios. Esto supone una transformación drástica del modelo de vida español.
Pregunta: ¿Qué está provocando que se destruya el acceso a la propiedad?
Respuesta: Tenemos las tasas de desempleo juvenil más altas de Europa, impuestos en aumento, deuda pública descontrolada y oportunidades concentradas solo en cinco ciudades. Esto ha convertido a España en un país de precarios. Cada vez más jóvenes viven sin expectativas de ser dueños de su casa. Y no tener vivienda en propiedad destruye proyectos de vida, reduce la natalidad y genera desarraigo.
«La inmigración masiva ha colapsado los servicios públicos, obligando a muchas familias a recurrir a colegios privados y sanidad privada»
Pregunta: ¿Cómo influye esta situación en la estructura social?
Respuesta: Estamos convirtiéndonos en una sociedad de nómadas, de personas que no echan raíces. Hay acinamiento, desconocimiento entre vecinos, ausencia de comunidad. Hemos perdido el concepto de pertenencia a un lugar. Vivimos sin anclas. Y eso tiene consecuencias gravísimas para la cohesión nacional.
regunta: ¿Cómo han cambiado los gastos de las familias españolas?
Respuesta: Antes una familia podía destinar su dinero al consumo. Hoy debe reservar parte de sus ingresos a transporte, seguridad, sanidad y educación. El deterioro de los servicios públicos ha obligado a contratar sanidad privada, pagar taxis para evitar calles inseguras o buscar colegios concertados para evitar centros colapsados por la inmigración.
Pregunta: ¿Qué papel ha jugado la inmigración masiva en este deterioro?
Respuesta: Los hijos de los inmigrantes han ido al colegio público, a los centros de salud, a urgencias. Esto ha colapsado el sistema y ha hecho que los españoles tengan que buscar alternativas más caras. Además, esto ha transformado barrios enteros, rompiendo el tejido social y elevando la inseguridad.
Puedes ver la entrevista completa en el canal de YouTube de Diario de España.